• martes, febrero 27, 2007

    Un Carnaval sin igual
    Por Hebert Garcia - Coordinador Relaciones institucionales BQB (y diseñador gráfico/fotógrafo oficial)

    He vivido un verdadero “Detrás de cámaras” sin igual. Cuando al parecer todo estaba en su punto y el calendario de actividades a las horas programadas, San Pedro nos puso la prueba final, un chaparrón que casi nos hizo desistir.

    Mayor no podía ser la cantidad de agua y viento que cayó previo al evento para el que tuvimos un duro y constante trabajo de tres largos meses, de extensas reuniones, duras prácticas, búsqueda de patrocinios, preparación de escenografía, elaboración de disfraces con su consecutivo viaje originario desde Barranquilla, días enteros en nuestros ordenadores trabajando la parte técnica, fotos, textos, diseños, llamadas, mensajes, comunicados de prensa, el lleva y trae de avisos de los patrocinadores, largas noches preparando los tocados de la cumbia y aplicaciones para la furgoneta, montaje de amplificación, edición de la música del evento, etc., y lo más importante, la ilusión y tesón de todo un grupo de orgullosos compatriotas, con el solo motivo de dejar muy en alto el nombre de nuestra patria, Colombia.

    Pero pudo más la terquedad, de no desistir de mostrar lo nuestro, el Carnaval de Barranquilla, y ante la adversidad vi como sacamos desde lo más dentro esa alma y corazón colombiano.
    Con la ropa húmeda y el agua todavía cayendo sobre nosotros, nos pusimos los disfraces, armamos la furgoneta, y pa’lante que es p’allá, dándonos ánimos unos a otros.

    Fue emocionante ver lo era que hasta hacía un rato algo perdido, ser el desfile más hermoso de mi vida.
    Y con los flashes sin parar empezaron las caderas a moverse, las sonrisas de las cumbiamberas a destellar, los hombres a rendirles su merecido homenaje y las marimondas y monocucos a divertir hasta al más renuente.
    Fue emocionante escuchar en los amplificadores justo antes de que la Rúa nos abriera el telón la frase: “Bienvenido el Carnaval de Barranquilla”, y empieza la música a sonar.

    Los gritos de emoción de nuestro grupo se escucharon creo que hasta en curramba, fue tanto el jolglorio, que el público aplaudió sin descansar.

    Con esa magnífica bienvenida, no era para menos que nuestra alma currambera se emocionara y demostrara lo que mejor sabemos hacer, contagiar a todo el que nos veía pasar de toda la alegría de nuestra tierra y hasta el final no supimos lo que era descansar.

    Y para terminar el recorrido nos espera lo que el domingo se convertiría en el mejor premio que nuestro grupo pudiera recibir, impactar tanto al reportero gráfico de La Vanguardia como para que nos dedicara la más hermosa portada que un actor de carnaval pudiera ver, en una sola imagen logró describir todo ese despliegue de felicidad y orgullo de un grupo que dio todo de sí para demostrar los que sabiamente dice la frase: “Carnaval de Barranquilla, quien lo vive es quien lo goza”.